viernes, septiembre 05, 2008

El Aborto y las Políticas del Cuerpo

Aunque tengo muchas cosas en el tintero la actualidad mediática rabia con el panorama reformista de "izquierdas" y otros de los eternos problemas del ser humano tales como: la distribución desigual de la riqueza o por ejemplo ETA; creo que algunas de las "noticias creadas" merecen incluso que se les dediquen unos minutejos.

Todavía en pleno siglo XXI ha problemas para expulsar las doctrinas escatológicas de la política social y de la norma estatal. Estamos hartas y hartos de ver en los medios de comunicación cómo se asimilan y contaminan términos sin relación directa como "islamista" y "terrorista", convirtiendo a los islamistas (que no es otra cosa que la acción y participación política del islam) automáticamente en kamikazes y heraldos de la guerra santa. Mientras, nosotros disfrutamos de los homólogos occidentales de los islamistas en nuestro espectro político sin dedicarles ningua estigmatización. La promoción y acción política de la doctrina cristiana por partidos democristianos, neocons y politicuchos en definitiva se encuentra por doquier: PP, CIU, PNV, sólo por citar algunos de los que en alguna ocasión han hecho valer de forma velada o descarada los valores cristianos como una necesidad política, por no citar todos los que lo hacen sin revelar dicha influencia: PSOE, UPD, etc... La lista es interminable. Pero nosotros no los llamamos fanáticos o hipócritas (respectivamente).
Estigmatizamos a los musulmanes que quieren llevar al terreno político su doctrina religiosa pero recibimos con brazos abiertos las nuevas incursiones de la doctrina cristiana a mano de los partidos o las manazas de la Iglesia; la no desvinculación tajante del derecho y el credo. Es por esa común y extendida hipocresía con que se nos han enseñado a valorar al exterior por la que nosotros seguimos hablando de "vida" como valor escatológico religioso* cuando nos referimos a la interrupción del embarazo o aborto; estamos claramente influidos por la educación activa en los valores cristianos o la difusión mediática encubierta de los mismos. Apunto que le pongo "religioso" con asterisco como denotativo a "escatológico" para que los no versados en la otra acepción del término no se ofusquen al pensar que es una ofensa o ridiculización al más puro estilo Federico.

Se mezcla intencionalmente la cuestión metafísica "vida" con la cuestión política "mujer", devaluando notablemente la validez de los derechos de ésta última, tangible y real, externalizando los poderes de la gestación a personalidades y cargos más altos, eternos y etéreos como Dios, Vida y otras palabras escritas con mayúscula. Repito: se devalúan los derechos de la mujer, porque, por si hay algún extraterrestre al interfono, aquí, por ahora y hasta que no se demuestre lo contrario, somos las mujeres las que nos preñamos y parimos. A parte de todo esto está la sempiterna cuestión de la doctrina patriarcal según la cual se piensa desde la Antigüedad de nuestros héroes griegos en los albores del "racionalismo" que la semillita de papá era la parte dadora de vida y forma humana al proyecto-hombre que se formaba en la materia de la hembra subhumana. Y todavía nos las tenemos que ver con esas porque se dan casos en los que se defiende que el varón, con gameto registrado en la sociedad de autores y denominación de origen, por haber sido coopartícipe en una fusión celular fortuita en el vientre de la mujer en cuestión, defiende tener plenos poderes para desarrollar tal potencial autoría dentro de ella.
Esto no es un simple caso de disensión, es la apropiación de la corporeidad y los derechos reproductivos de una persona a manos de unos y otros, y bajo ningún precepto, ni la Iglesia, ni el Estado, ni ningún varón tienen potestad para decirle a la mujer cuando, cómo y qué tiene que hacer con su cuerpo.
No queremos una ley de plazos que nos diga en qué momento, situación y condiciones se nos da el permiso para abortar o de lo contrario, fuera de ellos, se nos persigue y mete en la cárcel, porque no tenemos por qué pedírselo a nadie.
No queremos un servicio encubierto deficiente y lucrativo bajo la decadente sanidad privada.
No queremos un equipo de psicólogos colaboradores con el funcionamiento del aparato ideológico de "la culpa"abortista.
No queremos un código penal ante el que tengamos que alegar locura y enfermedad para evitar la cárcel. Porque además de pasar por los inconvenientes fisiológicos del embarazo no deseado y un doloroso y prolongado legrado tendremos que vérnoslas con toda esta maquinaria construida por unos valores que aún muchos tienen el cinismo de encubrir y negar.

No queremos una ley de plazos; una ley de permisos.
Queremos que se nos garantice un aborto libre y gratuito.



Mujeres en Red


Comité de Igualdad del Consejo de Europa
(con foto de bebé => proyecto de vida interumpido => contumaz tergiversación escatológica del derecho y flagrante chantaje).
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